El espín del protón puede entenderse en términos de la propiedad fundamental del momento angular en la mecánica cuántica. Al igual que una peonza tiene un momento angular intrínseco debido a su rotación, los quarks tienen su propio momento angular interno, denominado "giro". El espín total del protón está determinado por la suma vectorial de los espines de los quarks individuales.
El protón está formado por dos quarks arriba y un quark abajo. Los quarks arriba tienen espín +1/2, mientras que el quark abajo lleva espín -1/2. Cuando se suman los espines de los quarks, el resultado es un espín neto de 1/2. Esto significa que el protón tiene un momento angular intrínseco, que es responsable de su giro.
El espín del protón es una propiedad importante que afecta su comportamiento en diversos fenómenos e interacciones físicas. Por ejemplo, en la espectroscopia de resonancia magnética nuclear (RMN), los espines de los protones se utilizan para investigar la estructura y la dinámica de las moléculas. Además, el giro del protón es un factor clave para comprender la fuerza nuclear fuerte, que es responsable de mantener unidos a los protones y neutrones en el núcleo.