El estudio, publicado en la revista "Science", encontró que estos mamíferos han desarrollado una adaptación única que les permite tolerar altos niveles de gas nitrógeno en sus tejidos sin experimentar los efectos nocivos de la enfermedad por descompresión.
La enfermedad por descompresión ocurre cuando se forman burbujas de gas en los tejidos del cuerpo debido a una rápida reducción de la presión, como cuando un buceador asciende demasiado rápido desde una inmersión profunda. Estas burbujas pueden bloquear los vasos sanguíneos y causar una variedad de síntomas, que incluyen dolor, parálisis e incluso la muerte.
Para comprender cómo los mamíferos marinos evitan la enfermedad por descompresión, los investigadores estudiaron el comportamiento de buceo y la fisiología de las focas de Weddell y los elefantes marinos. Descubrieron que estas focas tienen una alta tolerancia al gas nitrógeno y que su sangre y sus tejidos pueden contener mucho más nitrógeno que los de los humanos.
Los investigadores también descubrieron que las focas tienen una adaptación única llamada "rete mirabile", que es una red de vasos sanguíneos que ayuda al intercambio de gases entre los pulmones y el resto del cuerpo. La rete mirabile actúa como un "sumidero de nitrógeno", ayudando a almacenar gas nitrógeno en la sangre y evitando que se formen burbujas.
Los hallazgos del estudio proporcionan nuevos conocimientos sobre las extraordinarias capacidades de buceo de los mamíferos marinos y podrían tener implicaciones para la seguridad del buceo humano. Al comprender cómo las focas y los delfines evitan la enfermedad por descompresión, los científicos podrán desarrollar nuevas técnicas para proteger a los buceadores humanos de esta peligrosa condición.