Según el principio de Arquímedes, la fuerza de flotación sobre un objeto en un fluido es igual al peso del fluido desplazado por el objeto. Para que un globo flote, la fuerza de flotación debe ser mayor que el peso del globo y su contenido.
Cuando un globo se llena de helio, el helio desplaza el aire, que es más pesado que el helio. Esto crea una diferencia de densidad entre el globo y el aire circundante, lo que da como resultado una fuerza neta hacia arriba que hace que el globo flote.
Si un globo se llena con vacío, no hay gas dentro del globo para desplazar el aire. Esto significa que la densidad del globo y su contenido es mayor que la densidad del aire circundante, lo que resulta en una fuerza neta hacia abajo que hará que el globo se hunda.