Los lémures son un grupo de primates endémicos de la isla de Madagascar. Exhiben una gran diversidad en términos de comportamiento y sistemas sociales. Algunas especies de lémures viven en pequeños grupos familiares, mientras que otras forman redes sociales más grandes y complejas.
El estudio se centró en dos especies de lémures:el lémur rufo blanco y negro (Varecia variegata) y el lémur de vientre rojo (Eulemur rubriventer). Estas especies representan diferentes extremos del espectro social. El lémur rufo blanco y negro es una especie solitaria, mientras que el lémur de vientre rojo vive en grandes grupos con estructuras sociales complejas.
Utilizando datos recopilados de estudios de campo a largo plazo y análisis espaciales, los investigadores examinaron cómo la distribución y abundancia de estas dos especies se vieron afectadas por la pérdida y fragmentación de los bosques. Sus hallazgos revelaron un patrón distinto de vulnerabilidad.
El lémur de vientre rojo, a pesar de vivir en grupos más grandes y tener un sistema social más complejo, mostró una mayor resiliencia a la pérdida y fragmentación de los bosques en comparación con el lémur rufo blanco y negro. Este sorprendente hallazgo puede explicarse por el comportamiento social flexible del lémur de vientre rojo.
Se sabe que el lémur de vientre rojo modifica su estructura social y su comportamiento en respuesta a los cambios ambientales. Cuando se enfrentan a la pérdida o fragmentación de su hábitat, estos lémures pueden ajustar el tamaño de su grupo, el uso de su área de distribución y sus estrategias de alimentación. Esta flexibilidad les permite afrontar mejor la degradación del hábitat y mantener poblaciones viables en paisajes fragmentados.
Por el contrario, el lémur rufo blanco y negro es una especie territorial y solitaria. Depende de grandes bloques de bosque continuos para su supervivencia. Cuando su hábitat se fragmenta, esta especie lucha por adaptarse y establecer nuevos territorios. Como resultado, el lémur rufo blanco y negro es más susceptible a la disminución de su población y a la extinción local.
Estos hallazgos resaltan la importancia de considerar los rasgos específicos de cada especie al evaluar el impacto de la pérdida y fragmentación de los bosques en las poblaciones de lémures. Si bien los grupos más grandes y las estructuras sociales complejas pueden conferir cierta resiliencia a los cambios ambientales, otros factores como la flexibilidad y la adaptabilidad social desempeñan un papel crucial a la hora de determinar la capacidad de una especie para persistir en hábitats fragmentados.
Comprender los matices del comportamiento social y la ecología de los lémures es vital para desarrollar estrategias de conservación efectivas. Al identificar las especies más vulnerables y comprender los mecanismos detrás de su sensibilidad, podemos proteger mejor a estos primates únicos y sus hábitats frente a la deforestación y la fragmentación del hábitat en curso en Madagascar.