Ya sea que observe plantas, animales salvajes o humanos, descubrirá que los recursos del mundo son limitados. Esto lleva a un fenómeno natural: la competencia. Aunque gran parte de los profesores de biología competitiva discuten sobre la competencia interespecífica -competencia entre diferentes especies- la competencia dentro de las especies, llamada competencia intraespecífica, también es un importante impulsor del comportamiento de los organismos. Existen muchos tipos diferentes de competencia entre miembros de la misma especie. Sus diferencias a menudo son leves, estos tipos de competencia se explican mejor a través del ejemplo.
Intra versus Inter
El prefijo "intra" significa "dentro". Los científicos etiquetan la competencia entre organismos de la misma especie como Competencia "intraespecífica". Tal competencia casi siempre está presente en una especie, pero es más prevalente y obvia en ciertas situaciones. Según Richard Lockshin, biólogo celular de la Universidad de St. John's y autor del libro "La alegría de la ciencia: un examen de cómo los científicos hacen y responden preguntas usando la historia de la evolución como paradigma", cuando crece la población de una especie significativamente mayor, cuando los recursos disminuyen o cuando un grupo de organismos comienza a empacarse estrechamente en un espacio reducido, la competencia intraespecífica se intensifica. El principio general que impulsa la competencia intraespecífica es la lucha para obtener los recursos limitados en un entorno.
Interferencia: no solo en el fútbol
Quizás el tipo más fácil de competencia intraespecífica para entender es la competencia de inferencia. En esta forma de competencia, los miembros de la misma especie "interfieren" entre sí al adquirir recursos. En algunos casos, los organismos luchan literalmente por los recursos, que puede ver si posee un pequeño tanque con muchos camarones. En otros casos, los organismos "superan" a los demás para adquirir más recursos. Por ejemplo, algunos árboles crecen más que otros para obtener más luz solar.
Explotación: no solo para políticos
Si bien la competencia de interferencia suele ser obvia, se pueden ver organismos que luchan u organismos claramente diferentes tamaños, la competencia de explotación es prácticamente invisible. La competencia de explotación es una forma de competencia en la que los recursos se "retienen" en lugar de competir. En este tipo de competencia, los miembros de la misma especie podrían nunca ponerse en contacto con sus competidores. Por ejemplo, en la comunidad de aves, los códigos no escritos para no invadir el territorio de los demás permiten pocas peleas y conflictos directos. Las aves tienen un área de tierra rica en recursos en su entorno, marcando su territorio con patrones de rocas o nidos autodirigidos y cantando canciones para que otros lo sepan, "este es mi territorio".
Competencia sexual: mujeres encantadoras por cualquier medio necesario
No toda competencia es por recursos naturales. Los organismos también deben competir dentro de sus especies para aparearse y diseminar sus genes. En el mundo natural, los machos compiten entre sí por las hembras, que son un recurso limitante; un macho que no se acopla pierde la oportunidad de transmitir sus genes. Debido a que las mujeres tienen el poder de elegir a los machos con los que se aparean, los machos compiten, a veces con exhibiciones llamativas y, a veces con batallas agresivas, para atraer a las hembras. Esta competencia podría ser un comportamiento directo entre dos o más hombres, como en los gorilas que luchan por un harén de hembras. También pueden ser muestras indirectas de calidad genética, como en los pavos reales mostrando sus plumas largas y coloridas, que las pavas prefieren plumas más cortas y opacas.