En algún momento de la evolución (hace casi 6 millones de años), los humanos comenzaron a caminar sobre dos piernas, una adaptación que les permitió cazar, huir y usar su manos para hacer herramientas primitivas. Bipedalismo fue una adaptación y beneficiosa, por lo que se transmitió a través de la selección natural; los caminantes tenían ventajas de supervivencia y producían más descendientes que heredaron la habilidad de caminar erguidos. Pero las adaptaciones son rasgos distintos de la selección natural que los impulsa.
Selección natural
La selección natural es simplemente la tendencia de los rasgos beneficiosos a aumentar en frecuencia en una población. Esto ocurre cuando el rasgo es beneficioso (lo que aumenta las posibilidades de supervivencia, apareamiento y reproducción del organismo) y hereditario (puede transmitirse de generación en generación). Un claro ejemplo es el plumaje iridiscente de la grupa del pavo real. Las plumas de la cola, que miden de 4 a 5 pies de largo, en realidad obstaculizan la capacidad del macho para huir de los depredadores, pero atraen a las hembras que prefieren los machos más elaboradamente adornados como parejas. Así, los pavos reales prehistóricos de cola larga se aparearon con mayor frecuencia que los pavos reales de cola más corta, engendraron más descendientes y el rasgo se transmitió hasta el punto de que los machos en toda la especie de pavo real ahora tienen un plumaje extravagante. El color de las plumas de la cola también evolucionó con el tiempo, y nos dice que las pavas preferían el plumaje de colores brillantes.
Adaptación
Una adaptación es la característica en sí misma que aumenta las posibilidades de supervivencia, apareamiento del organismo y reproduciendo La cola del pavo real es una adaptación así; también lo es la mandíbula articulada de la serpiente, que le permite comer presas más grandes como roedores y ranas, que pueden ser más grandes que la cabeza de la serpiente.
Otros ejemplos de rasgos beneficiosos incluyen coloración protectora, la capacidad de usar una nueva comida fuente (por ejemplo, tolerancia a la lactosa), o un cambio en el tamaño o forma que permite a una especie adaptarse con mayor éxito a un entorno.
¿Cómo se relacionan?
La selección y adaptación natural son distintas de una otro. La selección natural es el mecanismo que impulsa la evolución de las adaptaciones. La adaptación es la característica, mientras que la selección natural es el mecanismo que asegura que la característica se transmita y se convierta en un lugar común.
El antiguo pulmonfish, que apareció hace unos 417 millones de años, logró sobrevivir a las sequías de manera que otros el pez no pudo. Algunos peces podrían haber tenido una capacidad superior de respirar aire superficial en un charco poco profundo, una característica que se transmitió porque sobrevivieron y se reprodujeron, lo que finalmente condujo a la adaptación de los pulmones.
Teoría de selección de mutaciones
La teoría de la selección de mutaciones sostiene que las adaptaciones son repentinas y aleatorias. Esta teoría sostendría que, de repente, apareció un pavo real de cola más larga y sin ningún propósito aparente, como lo hizo una serpiente con una mandíbula articulada. Los humanos con seis dedos aparecen con la suficiente frecuencia (y presumiblemente lo hicieron en poblaciones prehistóricas). Pero una mutación puede ser beneficiosa, perjudicial o neutral. Solo las mutaciones beneficiosas se transmiten a través de la selección natural. Presumiblemente, un sexto dedo ha demostrado no ofrecer ningún beneficio a los humanos, ya que sigue siendo una mutación en lugar de un rasgo.