Las adaptaciones son aquellas diferencias que aparecen en un subconjunto de individuos de una especie vegetal o animal que resultan mejorar sus posibilidades de supervivencia en un entorno específico. Por lo tanto, esos individuos tienden a producir descendencia exitosa para ese entorno. Estos cambios pueden ser físicos o de comportamiento, o ambos. La adaptación es la esencia de la supervivencia y la evolución. Todas las especies vivas de plantas y animales se han adaptado con el tiempo en respuesta a las condiciones.
Adaptaciones con animales
Las adaptaciones de los animales pueden ser físicas o de comportamiento, o una combinación de ambas. Las adaptaciones físicas al medio ambiente se pueden ver en el tamaño de las orejas o en el color del pelaje en animales árticos o desérticos como zorros o conejos. Los animales con características útiles que los ayudan a sobrevivir en su entorno son los animales que sobreviven para tener descendencia, a lo que tienden a pasar el rasgo exitoso. Los descendientes con el rasgo nuevamente tenderán a ser más exitosos que sus hermanos sin él.
Un rasgo debe ser usado para ser considerado una adaptación. Las características sobrantes de una adaptación anterior a veces se ven y se consideran rasgos "vestigiales". Si no contribuyen a la supervivencia, tales rasgos desaparecerán en la especie a lo largo del tiempo, porque o no importan o se han vuelto perjudiciales.
Otra forma en que los animales se adaptan es la adaptación del comportamiento, en la cual un cambio el comportamiento contribuye a una mejor supervivencia y se transmite a las crías de los supervivientes.
Ejemplos de adaptaciones animales
Ejemplos de adaptaciones físicas son evidentes en los órganos de los animales; la selección natural no retiene órganos superfluos. Por ejemplo, los pulmones de los mamíferos están específicamente adaptados para respirar en tierra firme, mientras que los peces tienen branquias adaptadas para respirar en el agua; estos dos tipos de órganos no son intercambiables. Se observa un ejemplo de adaptación conductual en animales domésticos (como perros, caballos o vacas lecheras) que les permitió aprovechar las asociaciones beneficiosas con los humanos. Las especies también tienen rasgos reproductivos adaptativos: las abejas subárticas, por ejemplo, producen descendencia a un ritmo mucho más rápido que las abejas de zona templada, porque las abejas en la zona subártica no viven tanto tiempo.
Adaptaciones de plantas
A pesar de que carecen de un sistema nervioso central que responda a su entorno de la misma manera que los animales, las plantas, no obstante, hacen adaptaciones de comportamiento, así como adaptaciones físicas. Las adaptaciones de las plantas no son más rudimentarias que las adaptaciones de los animales. En todo caso, las adaptaciones de las plantas pueden ser más sofisticadas, ya que a menudo están más en sintonía con el entorno específico de la planta. Las plantas individuales no pueden recoger y salir. O bien logran sobrevivir en el lugar y producen descendencia, o no lo hacen. Las adaptaciones físicas de las plantas generalmente se dividen en dos categorías: adaptaciones reproductivas y adaptaciones estructurales.
Ejemplos de adaptaciones de plantas
Las plantas han realizado una variedad de adaptaciones reproductivas para asegurar la propagación y la supervivencia de sus semillas. Un ejemplo común son los colores brillantes de muchas flores. El propósito de esta adaptación es dibujar insectos y pájaros específicos que visitarán la planta y distribuirán su polen cuando pasen a la siguiente planta.
Las adaptaciones estructurales permiten que las plantas vivan en ambientes específicos, como se ve en el fuerte contraste entre las raíces de las plantas terrestres, que están firmemente enraizadas en el suelo, y las plantas que flotan en la superficie de los cuerpos de agua.
Un ejemplo de adaptación conductual en las plantas es cómo ciertas plantas del desierto desarrollaron comportamientos oportunistas que les permitieron saltar de la latencia a la actividad reproductiva repentina en tiempos de humedad y temperaturas frescas.