- Los estudiantes de familias de bajos ingresos suelen:
- Falta de acceso a computadoras, Internet confiable y espacios tranquilos para aprender.
- No puede depender del apoyo académico de los padres.
- Enfrentar hogares hacinados, lo que puede distraer el aprendizaje en línea.
Estos desafíos podrían llevar a esos estudiantes a quedarse aún más atrás de sus pares más favorecidos.
2. Acceso reducido al apoyo social y emocional
- Las escuelas desempeñan un papel crucial a la hora de brindar apoyo social y emocional a los estudiantes, especialmente a aquellos que enfrentan desafíos en el hogar.
- Sin acceso a asesoramiento regular, tutoría e interacción entre pares, los estudiantes de entornos desfavorecidos pueden experimentar mayores problemas de salud mental y una menor resiliencia.
3. Brecha digital exacerbada:
- La falta de acceso a la tecnología entre las familias de bajos ingresos exacerba la inequidad educativa.
- Los estudiantes de familias acomodadas pueden participar en aprendizaje en línea, clubes virtuales y recibir tutoría adicional, mientras que aquellos de hogares más pobres pueden tener dificultades para acceder a recursos educativos básicos.
4. Aumento de las tasas de abandono de la escuela secundaria
- Los jóvenes que sufrieron una interrupción de sus estudios tienen más probabilidades de abandonar los estudios, con posibles implicaciones socioeconómicas a largo plazo, como menores ingresos, mala salud y mayores tasas de participación delictiva.
4. Rendimiento universitario reducido
- Las tasas de graduación universitaria podrían verse afectadas, especialmente entre los estudiantes de primera generación de comunidades subrepresentadas, que dependen en gran medida de los recursos y el asesoramiento escolares para navegar el proceso de admisión a la universidad.
5. Ampliación de las disparidades laborales
- Con menores oportunidades de empleo para quienes no tienen títulos universitarios, las personas de entornos de bajos ingresos podrían verse afectadas de manera desproporcionada por el desempleo y el subempleo a largo plazo.
6. Empeoramiento de los resultados de salud:
- Las investigaciones muestran un vínculo entre el nivel educativo y la salud. Quienes no tienen títulos universitarios tienden a tener tasas más altas de enfermedades crónicas, recibir atención médica de menor calidad y enfrentar un acceso limitado a exámenes de salud.
7. Pobreza generacional reforzada
- Las familias pueden tener dificultades para salir de la pobreza si se perpetúa el ciclo de desventaja educativa. Con menos oportunidades, los niños de familias desfavorecidas pueden correr un mayor riesgo de sufrir dificultades financieras.
Estos problemas se ven agravados por el hecho de que algunas escuelas que atendían predominantemente a estudiantes desfavorecidos ya carecían de recursos suficientes antes de la pandemia, y su capacidad para brindar aprendizaje a distancia podría ser limitada en comparación con las escuelas con mejores recursos. Se necesita una acción urgente y sostenida para mitigar las posibles consecuencias a largo plazo del cierre de escuelas y garantizar que todos los estudiantes tengan acceso a una educación de calidad, independientemente de su origen socioeconómico.