El estudio, publicado en la revista "Food Policy", encontró que la forma en que se informan los precios de los alimentos en los medios puede tener un impacto significativo en cómo los perciben los consumidores. Por ejemplo, el estudio encontró que cuando los precios de los alimentos se informan en términos de aumentos porcentuales, tienden a parecer más significativos que cuando se informan en términos de cantidades en dólares.
Esto se debe a que es más probable que las personas recuerden los aumentos porcentuales que las cantidades en dólares. Por ejemplo, si el precio de un galón de leche aumenta un 10%, es más probable que los consumidores recuerden esto que si el precio aumenta 0,50 dólares.
El estudio también encontró que la forma en que se informan los precios de los alimentos puede influir en la forma en que los consumidores toman decisiones sobre qué comprar. Por ejemplo, el estudio encontró que es más probable que los consumidores compren artículos que están en oferta, incluso si el precio de oferta no es realmente una buena oferta.
Esto se debe a que es más probable que las personas se sientan atraídas por la idea de un descuento, incluso si el descuento no es realmente tan significativo.
Los hallazgos del estudio sugieren que la forma en que se informan los precios de los alimentos en los medios de comunicación puede tener un impacto real en las facturas de comestibles de los consumidores. Al conocer la forma en que se informan los precios de los alimentos, los consumidores pueden tomar decisiones más informadas sobre qué comprar.
A continuación se ofrecen algunos consejos para ahorrar dinero en alimentos:
* Compara precios antes de comprar.
* Busque ofertas y cupones.
*Comprar marcas genéricas.
* Cocina en casa en lugar de comer fuera.
* Cultiva tu propia comida.