* Pérdida de calor: Si bien la función principal de un microondas es calentar los alimentos, parte de la energía generada escapa como calor en el aire circundante. Esto es inevitable ya que el microondas en sí se calienta durante la operación.
* ondas estacionarias: La forma en que se generan las microondas crean ondas estacionarias dentro del horno. Estas olas no siempre distribuyen calor de manera uniforme, lo que lleva a algunas áreas que reciben más energía que otras.
* Reflexión: No todas las microondas penetran en los alimentos por igual. Algunas olas pueden reflejar las superficies, particularmente si la comida es densa o de forma desigual. Esta energía no es completamente absorbida por los alimentos.
* Consumo de energía inactiva: Incluso cuando no están en uso, algunas microondas todavía atraen una pequeña cantidad de energía para mantener su reloj u otras características. Esto puede sumar con el tiempo.
* Uso ineficiente: El "desperdicio" de energía más significativo a menudo proviene del comportamiento del usuario. Dejar el microondas encendido por más tiempo de lo necesario, usarlo para tareas para las tareas que no está destinado (como los platos de secado), o usar la configuración de potencia incorrecta puede conducir a la energía desperdiciada.
En general: Las microondas son bastante eficientes en energía. La cantidad de energía desperdiciada suele ser mínima en comparación con otros electrodomésticos. Al usar su microondas de manera efectiva, puede minimizar su impacto ambiental aún más.