1. Clorofila: El pigmento principal de captura de luz en las hojas es clorofila . Este pigmento verde absorbe la energía de la luz, especialmente en las longitudes de onda roja y azul, al tiempo que refleja la luz verde (por eso vemos las hojas como verdes).
2. Estructura de la hoja:
* Forma plana: Una forma plana maximiza la superficie expuesta a la luz solar.
* delgadez: Esto permite que la luz penetre la hoja fácilmente, llegando a la clorofila dentro.
* Arreglo en el vástago: Las hojas a menudo se organizan de una manera que minimiza el sombreado, maximizando la exposición a la luz solar para cada hoja.
3. Estructura interna:
* mesófila: La capa interna de la hoja donde se encuentran los cloroplastos. La mesófila a menudo se organiza en dos capas:
* Palisade Mesófilo: Células densamente empaquetadas con muchos cloroplastos, diseñadas específicamente para la captura de luz.
* mesófila esponjosa: Las células empaquetadas con espacios de aire, lo que permite el intercambio de gases (dióxido de carbono y oxígeno) esencial para la fotosíntesis.
* venas: Estos son los paquetes vasculares que transportan agua y nutrientes a la hoja y transportan azúcares producidos durante la fotosíntesis lejos de la hoja.
* estomas: Pequeños poros en la superficie de la hoja que se abren y cerca de regular el intercambio de gases, atrayendo dióxido de carbono y liberando oxígeno.
Cómo se captura y usa la luz:
1. Absorción: La clorofila absorbe la energía de la luz, emocionantes electrones dentro de sus moléculas.
2. Transporte de electrones: Los electrones excitados se pasan a lo largo de una cadena de moléculas, liberando energía en el camino.
3. Conversión de energía: Esta energía se usa para convertir el dióxido de carbono y el agua en glucosa (azúcar) y oxígeno, un proceso conocido como fotosíntesis .
En resumen: La combinación de clorofila, una estructura plana y delgada, tejidos internos especializados y sistemas de transporte eficientes hacen que las hojas sean notablemente eficientes para capturar la energía de la luz y convertirla en energía química en forma de azúcar.