Nuestros cuerpos son máquinas increíblemente eficientes que usan energía para potenciar el movimiento. Aquí hay un desglose simplificado de cómo se aprovecha y usa la energía:
1. Alimentando el motor:
* Alimento como fuente de energía: Consumimos alimentos, que contiene energía química almacenada en forma de carbohidratos, grasas y proteínas.
* Digestión y absorción: Nuestro sistema digestivo descompone estos macronutrientes en moléculas más pequeñas que pueden ser absorbidas en el torrente sanguíneo.
* glucosa como combustible primario: La glucosa, un azúcar simple, es la principal fuente de combustible para nuestros músculos.
2. Conversión de energía:
* ATP:la moneda de energía: La glucosa se convierte en trifosfato de adenosina (ATP) a través de la respiración celular, una serie compleja de reacciones químicas que ocurren dentro de nuestras células. El ATP es la moneda de energía primaria que usan nuestras células para todas las funciones, incluido el movimiento.
3. Contracción muscular:
* Teoría del filamento deslizante: Los músculos están compuestos de filamentos de proteínas (actina y miosina). El ATP alimenta el deslizamiento de estos filamentos entre sí, causando contracción muscular.
* Control del sistema nervioso: El sistema nervioso envía señales a nuestros músculos, desencadenando la liberación de iones de calcio, que inician el proceso de contracción muscular.
4. Tipos de movimiento:
* Contracción isotónica: La longitud muscular cambia mientras se mantiene una fuerza constante. Este es el tipo de contracción utilizada para la mayoría de los movimientos cotidianos como caminar, correr y levantar objetos.
* Contracción isométrica: La longitud muscular permanece constante mientras se genera la fuerza. Este tipo de contracción se usa para mantener objetos, mantener la postura y empujar contra objetos inamovibles.
5. Gasto de energía:
* Tasa metabólica: La cantidad de energía que gastamos en reposo se llama nuestra tasa metabólica basal. La actividad física aumenta nuestra tasa metabólica, lo que requiere más energía.
* aeróbico vs. anaeróbico: Para una actividad sostenida, nuestros cuerpos utilizan principalmente la respiración aeróbica, utilizando oxígeno para producir ATP. Durante la intensa actividad, nuestros cuerpos pueden cambiar a la respiración anaeróbica, que produce ATP sin oxígeno, pero conduce a la acumulación de ácido láctico y fatiga.
En resumen:
La energía que obtenemos de los alimentos se convierte en ATP, que alimenta el proceso de contracción muscular. Este proceso está controlado por nuestro sistema nervioso y permite una amplia gama de movimientos. El tipo de movimiento y su intensidad influyen en nuestro gasto de energía y la forma en que nuestro cuerpo utiliza fuentes de combustible.