* Gas natural: La fuente de combustible más común para hornos, el gas natural quema de manera limpia y eficiente.
* propano: Una opción más portátil, el propano a menudo se usa en áreas donde el gas natural no está fácilmente disponible.
* Aceite: Si bien es menos común, los hornos de aceite pueden ser una opción en áreas donde otros combustibles son escasos.
* Electricidad: Los hornos eléctricos usan electricidad para calentar el aire directamente, sin pasar por el proceso de combustión.
El combustible se quema en una cámara de combustión, liberando el calor que se transfiere al aire a través de un intercambiador de calor. Este aire con calefacción se distribuye en toda la casa por un sistema de ventilador.
Entonces, si bien el horno en sí no usa directamente electricidad, utiliza la energía química almacenada en el combustible para producir energía térmica Eso finalmente calienta su hogar.