He aquí por qué:
* Desafíos técnicos: Los hidratos de gas se encuentran en sedimentos oceánicos profundos y permafrost. Extraerlos requiere tecnología especializada para manejar las altas presiones y las bajas temperaturas. Los métodos actuales siguen siendo experimentales y costosos.
* Preocupaciones ambientales: La extracción podría interrumpir los ecosistemas marinos, liberar metano (un gas de efecto invernadero potente) y potencialmente desencadenar deslizamientos de tierra o tsunamis.
* viabilidad económica: El costo de la extracción y el transporte es actualmente muy alto, lo que hace que los hidratos de gas sean menos competitivos en comparación con las fuentes de gas natural convencional.
* Riesgos de seguridad: El proceso de extracción de hidratos de gas es inherentemente riesgoso, lo que puede conducir a explosiones y daños ambientales.
Si bien existe un potencial significativo para los hidratos de gas como una fuente de energía futura, superar estos desafíos es crucial para hacerlos una opción viable.