* Calefacción: Calentar el agua de una temperatura más baja a 100 grados Celsius requiere energía para aumentar la energía cinética de las moléculas de agua, lo que hace que se muevan más rápido y vibren más.
* ebullición: El agua hirviendo requiere una cantidad específica de energía para cambiar su estado de líquido a gas (vapor). Esta energía se llama calor latente de vaporización . La energía se usa para romper los enlaces entre las moléculas de agua, lo que les permite escapar al estado gaseoso.
En términos más simples:
Imagine calentar una olla de agua en la estufa. Puede sentir que el agua se calienta a medida que agrega energía. Una vez que alcanza los 100 grados Celsius (punto de ebullición), debe continuar agregando energía para convertir el agua en vapor. Esta energía adicional se usa para romper los enlaces que mantienen juntas las moléculas de agua.
Por lo tanto, si bien ambos procesos requieren energía, la ebullición requiere una cantidad significativa de energía adicional para superar el calor latente de vaporización.