1. Temperatura: Esta es la energía cinética promedio de las partículas. La temperatura más alta significa que las partículas se mueven más rápido y tienen más energía cinética.
2. Capacidad térmica específica: Esta es la cantidad de energía térmica requerida para elevar la temperatura de una masa unitaria de la sustancia en un grado. Las diferentes sustancias tienen diferentes capacidades de calor específicas, lo que significa que requieren diferentes cantidades de energía para cambiar su temperatura.
3. Fase de la materia: La fase de la materia (sólida, líquida o gas) afecta la energía térmica de las partículas.
* sólidos: Las partículas están estrechamente empaquetadas y vibran en su lugar. Tienen menos energía térmica que los líquidos.
* líquidos: Las partículas están más extendidas y pueden moverse entre sí. Tienen más energía térmica que los sólidos.
* Gases: Las partículas están muy separadas y se mueven libremente. Tienen la mayor energía térmica.
4. Estructura molecular: La complejidad de una molécula afecta la cantidad de energía que puede almacenar. Las moléculas más complejas pueden almacenar más energía térmica.
5. Energía potencial: Las partículas también tienen energía potencial debido a su posición en relación con otras partículas. Esta energía se puede almacenar en enlaces entre partículas, o como resultado de fuerzas intermoleculares.
En resumen: La energía térmica de las partículas en una sustancia es una medida de su energía general, que abarca su energía cinética (debido al movimiento) y la energía potencial (debido a la posición e interacciones). La temperatura, la capacidad de calor específica, la fase de la materia y la estructura molecular juegan un papel en la determinación de la energía térmica de una sustancia.