1. Energía solar: El sol proporciona a la tierra energía solar, que es el principal impulsor del ciclo del agua.
2. Evaporación: El calor del sol calienta cuerpos de agua (océanos, lagos, ríos) que hacen que las moléculas de agua ganen energía y se evaporen en la atmósfera como vapor de agua.
3. Condensación: A medida que el vapor de agua se eleva, se enfría y se condensa en pequeñas gotas de agua, formando nubes.
4. Precipitación: Cuando las gotas de agua en las nubes se vuelven lo suficientemente pesadas, recurren a la tierra como precipitación (lluvia, nieve, aguanieve, granizo).
5. escorrentía de superficie: La precipitación que cae sobre la tierra puede fluir sobre la superficie como escorrentía.
6. Gravedad: La gravedad tira de agua cuesta abajo, haciendo que fluyan corrientes y ríos.
En resumen: La energía del sol alimenta el ciclo del agua, lo que finalmente impulsa el flujo de agua. Sin el sol, la evaporación no ocurriría, y el ciclo del agua se reduciría significativamente.