1. Renovable y sostenible: El viento es un recurso de reabastecimiento natural, a diferencia de los combustibles fósiles que son finitos y contribuyen al cambio climático. La energía eólica es, por lo tanto, una forma sostenible de generar electricidad.
2. Costos operativos bajos: Una vez que se instala una turbina eólica, el único costo significativo es el mantenimiento. La energía eólica no requiere combustible como combustibles fósiles, lo que lo convierte en una fuente rentable de electricidad a largo plazo.
3. Reducidas emisiones de carbono: La energía eólica es una fuente limpia de energía, que no produce emisiones de gases de efecto invernadero durante la operación. Esto ayuda a combatir el cambio climático y mejorar la calidad del aire.