1. Radiación solar: La luz del sol, rica en radiación infrarroja, golpea tu casa.
2. Absorción: El techo, las paredes y las ventanas de la casa absorben parte de esta radiación. Las superficies más oscuras absorben más que las más claras.
3. Conversión al calor: La radiación absorbida se convierte en energía térmica, lo que hace que los materiales de la casa se caliente.
4. Conducción y convección: Las superficies calentadas luego transfieren el calor al aire dentro de su casa a través de la conducción (contacto directo) y la convección (movimiento del aire calentado).
Aquí hay una analogía simple:imagina sostener tu mano cerca de una estufa caliente. No tocas la estufa, pero sientes el calor debido a la radiación infrarroja que emite. Esta radiación calienta su piel y el calor se transfiere a su mano a través de la conducción y la convección.
Cómo las casas están diseñadas para utilizar la radiación para la calefacción:
* ventanas orientadas al sur: Maximizar la exposición a la luz solar en las ventanas orientadas al sur permite el calentamiento solar pasivo, aprovechando la radiación del sol para calentar naturalmente la casa.
* techos de color oscuro: Los techos más oscuros absorben más radiación solar, contribuyendo a la calefacción general de la casa.
* aislamiento: Un buen aislamiento ayuda a prevenir la pérdida de calor, permitiendo que la radiación solar absorbida calienta eficientemente la casa.
Nota importante: Si bien la radiación solar es una fuente natural de calor, es esencial considerar el potencial de sobrecalentamiento en climas calientes. El sombreado y la ventilación adecuados son cruciales para regular las temperaturas interiores y prevenir una ganancia de calor excesiva.