1. viento: Esta es la fuente de energía más común para las olas. El viento que sopla a través de la superficie del agua transfiere energía al agua, lo que hace que se extienda y finalmente forme olas. La fuerza y la duración del viento determinan el tamaño y la energía de las ondas.
2. terremotos: Estos poderosos eventos pueden desplazar grandes cantidades de agua, creando olas masivas llamadas tsunamis. Los tsunamis son increíblemente destructivos y pueden viajar miles de millas a través de los océanos.