* Sin quema de combustibles fósiles: A diferencia de las centrales eléctricas de carbón, gas o petróleo, las plantas nucleares no queman combustibles fósiles para generar electricidad. Utilizan la fisión nuclear, un proceso que divide los átomos de uranio para liberar energía.
* Emisiones bajas: Las principales emisiones de una planta de energía nuclear provienen de la minería y el procesamiento del combustible de uranio. Estas emisiones son significativamente más bajas que las de las centrales de energía de combustible fósil.
Sin embargo, hay algunas emisiones de CO2 asociadas con el ciclo de vida de la planta de energía nuclear:
* Construcción: La construcción de una planta de energía nuclear requiere mucho concreto y acero, que tienen emisiones de CO2 asociadas.
* Extracción y procesamiento de combustible: Minar uranio y convertirlo en gránulos de combustible libera una pequeña cantidad de CO2.
* desmantelamiento: El desmantelamiento y la eliminación de una planta de energía nuclear al final de su vida también genera algunas emisiones de CO2.
En general, la huella de carbono de la energía nuclear es mucho menor que la de los combustibles fósiles. Si bien no está completamente libre de carbono, la energía nuclear es una valiosa fuente de energía de bajo carbono.
Para comparar:
* centrales de energía nuclear: Típicamente emite alrededor de 12 gramos de CO2 por kilovatio-hora (kWh) de electricidad generada.
* Plantas de energía de carbón: Emite alrededor de 1,000 gramos de CO2 por kWh.
* Plantas de energía de gas natural: Emite alrededor de 500 gramos de CO2 por kWh.
Es importante tener en cuenta que las emisiones exactas de CO2 de una planta de energía nuclear pueden variar según factores como el diseño específico del reactor, la fuente de uranio y cómo se opera la planta.