1. cables: Este es el método más común. Los cables están hechos de materiales conductores (como cobre o aluminio) que permiten que los electrones fluyan fácilmente a través de ellos, transportando energía eléctrica de un punto a otro.
2. Campos electromagnéticos: La electricidad y el magnetismo están estrechamente entrelazados. Cuando la electricidad fluye a través de un cable, crea un campo magnético a su alrededor. Este campo puede transferir energía a conductores o dispositivos cercanos, como en sistemas de carga inalámbricos o transformadores.
3. Conductores en general: Si bien los cables son los más familiares, cualquier material que realice electricidad puede transferir energía. Esto incluye cosas como el agua (especialmente el agua salada), los metales en general e incluso el cuerpo humano.
¡Avíseme si desea explorar alguno de estos con más detalle!