* Calorímetro de bombas: Este es el estándar de oro para medir el contenido calórico de los alimentos. Implica quemar una muestra de alimentos pesada con precisión en una cámara sellada y medir el calor liberado.
* Calorímetro de escaneo diferencial (DSC): Esta técnica puede medir el calor absorbido o liberado por una muestra de alimentos a medida que cambia su temperatura. Esto se puede usar para determinar el punto de fusión de las grasas, las transiciones de agua y otras propiedades térmicas.
* Espectroscopía de infrarrojo cercano (NIR): Esta técnica utiliza la luz en el espectro de infrarrojo cercano para analizar la composición de alimentos. Se puede usar para estimar el contenido de diferentes componentes en los alimentos, como proteínas, grasas y carbohidratos, que luego se pueden usar para calcular el contenido calórico.
Es importante tener en cuenta que, si bien estas técnicas pueden medir la energía térmica, no necesariamente miden directamente la cantidad de energía que nuestros cuerpos pueden extraer de los alimentos. Esto se debe a que nuestros sistemas digestivos no extraen perfectamente toda la energía de los alimentos.
Si está buscando un dispositivo para calcular el contenido calórico de los alimentos, una escala de alimentos y una base de datos nutricional son mucho más prácticas que los complejos equipos científicos descritos anteriormente.