1. Emisiones de bajo carbono: Las centrales nucleares producen electricidad sin liberar gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono, lo que las convierte en una herramienta crucial para combatir el cambio climático. Esta es una ventaja significativa sobre los combustibles fósiles, que son los principales contribuyentes al calentamiento global.
2. Salida de alta energía: Las centrales nucleares son altamente eficientes, produciendo grandes cantidades de electricidad a partir de una cantidad relativamente pequeña de combustible. Esto significa que pueden satisfacer las demandas de energía de las grandes poblaciones con una huella terrestre más pequeña en comparación con otras fuentes de energía como la energía solar o el viento.
3. Fuente de energía confiable: Las centrales nucleares operan de manera consistente, independientemente de las condiciones climáticas. Pueden proporcionar una fuente de energía confiable y predecible, haciéndolos esenciales para mantener una red eléctrica estable.
4. Creación de empleo y beneficios económicos: La construcción y operación de las centrales nucleares crean empleos significativos y aumentan las economías locales. La industria también apoya una amplia gama de cadenas de suministro, desde minería hasta ingeniería.
5. La gestión de residuos está mejorando: Si bien los desechos nucleares siguen siendo una preocupación, los avances en tecnologías como "reactores rápidos" y "piroprocesamiento" ofrecen soluciones prometedoras para reducir y reutilizar los desechos nucleares. Este progreso continuo hace que la energía nuclear sea más sostenible a largo plazo.