1. Comprender el impacto del uso de energía:
* Reconocer que el uso de energía contribuye a problemas ambientales como el cambio climático y el agotamiento de los recursos.
* Conocer los costos financieros asociados con el alto consumo de energía.
2. Adoptar comportamientos y prácticas que minimizan el uso de energía:
* Apague las luces y la electrónica cuando no esté en uso.
* Uso de electrodomésticos de eficiencia energética y bombillas.
* Reducción del consumo de agua, ya que el tratamiento y el calentamiento de agua requieren energía.
* Uso de transporte público, ciclismo o caminar en lugar de conducir siempre que sea posible.
* Tomar decisiones conscientes sobre los productos y servicios que consume, considerando su huella de energía.
3. Tomar decisiones informadas sobre fuentes de energía:
* Elegir fuentes de energía renovable como energía solar o eólica siempre que sea posible.
* Apoyo a las políticas y empresas que promueven la eficiencia energética y la energía renovable.
Ejemplos de ser consciente de la energía:
* Instalación de un termostato programable para ajustar la calefacción y el enfriamiento según su horario.
* Elegir electrodomésticos de eficiencia energética con la etiqueta Energy Star.
* Uso de luz natural en lugar de luz artificial siempre que sea posible.
* Invertir en paneles solares o una turbina eólica para su hogar.
* Participar en programas de ahorro de energía ofrecidos por su compañía de servicios públicos.
En esencia, ser consciente de la energía es una mentalidad que prioriza la toma de decisiones reflexivas para reducir su huella de energía y minimizar su impacto en el medio ambiente.