* Combustibles fósiles: Esto incluye carbón, petróleo y gas natural, formado durante millones de años a partir de los restos de organismos antiguos. Son las fuentes de energía más utilizadas hoy en día, pero tienen inconvenientes ambientales significativos.
* biomasa: Esto se refiere a materia orgánica como madera, cultivos y desechos animales, que se pueden quemar por energía. Es una fuente renovable, pero su uso puede tener consecuencias ambientales.
* hidroeléctrica: Esto utiliza el flujo de agua para generar electricidad. Es una fuente renovable con emisiones mínimas, pero puede tener impactos negativos en los ecosistemas y requiere una infraestructura significativa.
* Energía geotérmica: Esto aprovecha el calor del interior de la Tierra, típicamente a través de aguas termales y actividad volcánica. Es una fuente renovable con bajas emisiones, pero requiere condiciones geológicas específicas.
* energía solar: Esto aprovecha la energía del sol, ya sea a través de la luz solar directa o a través de células fotovoltaicas. Es una fuente renovable sin emisiones, pero depende de las condiciones climáticas y requiere inversión inicial.
Es importante tener en cuenta que si bien estas fuentes se han utilizado durante siglos, sus impactos ambientales y sostenibilidad se consideran cada vez más a medida que el mundo se esfuerza por un futuro energético más sostenible.