Conducción:
* Fuente de calor a las paredes del horno: La fuente de calor primaria, como gas natural o aceite, quema y calienta las paredes del horno, generalmente hecha de metal. El calor luego se transfiere a través de las paredes metálicas por conducción.
* muros de horno al aire: Las paredes del horno caliente luego transfieren el calor al aire circundante dentro del horno por conducción.
Convección:
* Circulación de aire caliente: El aire calentado dentro del horno se vuelve menos denso y se levanta. Esto crea una corriente de convección natural, con aire más fresco desde la parte inferior que se extrae para reemplazar el aire caliente ascendente. Esta circulación continua garantiza incluso calentamiento.
* Hornos de aire forzado: Estos hornos tienen un soplador que obliga al aire a través del intercambiador de calor, aumentando significativamente la tasa de transferencia de calor y circulación del aire.
Radiación:
* Calor de las llamas: En hornos directos, las llamas irradian el calor directamente sobre las paredes del horno y el aire en el interior. Esto es particularmente importante en las etapas iniciales de calefacción.
* Calentadores infrarrojos: Algunos hornos utilizan calentadores infrarrojos, que emiten radiación infrarroja que calienta los objetos directamente sin calentar significativamente el aire circundante.
Resumen:
Un horno utiliza los tres modos de transferencia de calor al aire de calor eficiente:
* Conducción: Transferencia de calor de la fuente de calor a las paredes del horno y luego al aire.
* Convección: Circulación de aire calentado dentro del horno, conducido por flotabilidad natural o sopladores de aire forzados.
* Radiación: Transferencia de calor directo desde llamas o calentadores infrarrojos.
La importancia relativa de cada modo de transferencia de calor depende del diseño específico del horno y el tipo de combustible. Sin embargo, los tres modos juegan un papel vital para garantizar una transferencia de calor eficiente y efectiva en un horno.