Esto es lo que necesitarás:
* Una botella de plástico resistente (como una botella de refresco)
* agua
* un congelador
Instrucciones:
1. Llene la botella aproximadamente ¾ llena con agua. Asegúrese de que la botella esté clara para que pueda ver lo que está sucediendo.
2. Selle la botella con fuerza. Es posible que desee usar una corbata de giro o una banda de goma para asegurarse de que la tapa esté de forma segura.
3. Coloque la botella en el congelador. Déjelo durante varias horas, idealmente durante la noche, hasta que el agua se congele por completo.
4. Observe cuidadosamente la botella. Notará que la botella se ha deformada notablemente, posiblemente incluso abultada o agrietada.
Por qué funciona esto:
* El agua se expande cuando se congela. Las moléculas de agua tienen una estructura única donde se expanden cuando se solidifican. El agua dentro de la botella se congela y se expande, ejerciendo una inmensa presión sobre las paredes de la botella.
* La presión es poderosa. La fuerza del hielo en expansión puede hacer que la botella se abulque, se rompa o incluso se rompa.
Notas importantes:
* Este experimento es una demostración de la poderosa fuerza de expansión, no una medición precisa.
* Haga este experimento con precaución. La botella puede romperse y el hielo en expansión podría causar peligros potenciales. Asegúrese de usar guantes y protección para los ojos.
Este simple experimento muestra la increíble fuerza de expansión, incluso con algo tan aparentemente simple como el agua que se convierte en hielo.