1. Cambio de temperatura:
* enfriamiento: A medida que el aire se enfría, su capacidad para mantener el vapor de agua disminuye. Esto significa que la misma cantidad de humedad en el aire representará una mayor humedad relativa. Por ejemplo, si enfría una masa de aire cálida y húmeda, la humedad relativa aumentará, lo que potencialmente conduce a la condensación y la formación de nubes.
* Calentamiento: Por el contrario, a medida que el aire se calienta, su capacidad para mantener el vapor de agua aumenta. La misma cantidad de humedad ahora representa una humedad relativa más baja. Si calienta una masa de aire fría y húmeda, la humedad relativa disminuirá, haciendo que el aire se sienta más seco.
2. Cambio en el contenido de vapor de agua:
* Agregar humedad: La humedad relativa aumenta cuando se agrega más vapor de agua al aire. Esto puede suceder a través de procesos como la evaporación de cuerpos de agua, la transpiración de las plantas o incluso a través de la precipitación (lluvia, nieve, etc.) donde un vapor de agua puede evaporarse nuevamente al aire.
* Eliminar la humedad: La humedad relativa disminuye cuando el vapor de agua se elimina del aire. Esto ocurre durante procesos como condensación (formación de nubes, rocío o niebla), precipitación o cuando el aire fluye sobre tierra seca.
Es importante recordar que la humedad relativa es una medida de cuánta humedad el aire * tiene * en comparación con cuánto * podría * mantener a una temperatura dada. Por lo tanto, los cambios tanto en la temperatura como en el contenido de vapor de agua juegan un papel en la determinación de la humedad relativa.