1. Fluctuaciones de temperatura:
* Expansión y contracción térmica: La radiación solar calienta rocas durante el día, lo que hace que se expandan. Por la noche, las rocas se enfrían y se contraen. Esta repetida expansión y contracción puede debilitar la estructura interna de la roca, lo que eventualmente hace que se separe. Este proceso es particularmente efectivo en climas áridos y semiáridos donde hay grandes cambios de temperatura entre el día y la noche.
* Frost Sedging: En regiones más frías, el agua se filtra en grietas en rocas. Cuando las temperaturas caen por debajo de la congelación, el agua se expande y ejerce presión sobre la roca. Esta congelación y descongelación repetidas puede separar la roca, un proceso conocido como cuña de escarcha.
2. Evaporación y precipitación del agua:
* Vapor de agua: La energía solar evapora el agua de los océanos, lagos y ríos, creando vapor de agua en la atmósfera. Este vapor de agua se condensa y vuelve a la tierra como lluvia, nieve o aguanieve.
* meteorización química: La precipitación puede transportar ácidos disueltos y otros productos químicos que reaccionan con rocas, descomponiéndolos. Por ejemplo, el ácido carbónico (formado a partir de dióxido de carbono disuelto en agua) puede disolver la piedra caliza.
3. Procesos biológicos:
* raíces de la planta: Las plantas que crecen en rocas pueden ejercer presión sobre la roca con sus raíces, lo que hace que se separe. Este proceso se llama cuña de raíz.
* líquenes y musgos: Los líquenes y los musgos pueden producir ácidos que disuelven roca, lo que contribuye a la meteorización química.
En general: La energía solar juega un papel crucial en la meteorización por las fluctuaciones de temperatura impulsora, los ciclos de agua y los procesos biológicos, todos los cuales contribuyen a la descomposición de las rocas. Este proceso de meteorización crea suelo, da forma a los paisajes e influye en la superficie de la Tierra durante largos períodos.