* Combustibles fósiles:
* carbón: La quema de carbón libera dióxido de carbono, dióxido de azufre y otros contaminantes.
* Aceite: El aceite ardiente (para gasolina, diesel y queroseno) también libera dióxido de carbono y otros contaminantes.
* Gas natural: Mientras que la quema de gas natural produce menos dióxido de carbono que el carbón o el petróleo, aún libera metano, un potente gas de efecto invernadero.
* Otros combustibles:
* madera: La quema de madera libera dióxido de carbono y otros contaminantes.
* biocombustibles: Si bien los biocombustibles se consideran renovables, su producción y combustión aún pueden liberar gases de efecto invernadero, particularmente si se producen a partir de tierras que se usaban anteriormente para los bosques.
Los gases de efecto invernadero producidos por la combustión de combustible incluyen:
* dióxido de carbono (CO2): Los gases de efecto invernadero primarios producidos por la combustión de combustibles fósiles.
* metano (CH4): Un potente gas de efecto invernadero liberado por fugas de gas natural y combustión incompleta.
* óxido nitroso (N2O): Lanzado por quemar algunos tipos de biocombustibles y de prácticas agrícolas.
* carbono negro (hollín): Un poderoso absorbente de radiación solar que contribuye al calentamiento.
Es importante tener en cuenta que:
* La cantidad de gases de efecto invernadero producidos por diferentes combustibles varía según el tipo de combustible, la eficiencia de combustión y otros factores.
* Reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y la transición a fuentes de energía más limpias es crucial para mitigar el cambio climático.