* Formación: Los combustibles fósiles se forman durante millones de años a partir de los restos de organismos antiguos enterrados bajo capas de sedimento.
* Calor y presión: A medida que se acumulan estas capas, el peso del sedimento suprayacente crea una presión intensa. Esta presión, combinada con el calor del interior de la Tierra, transforma la materia orgánica en carbón, petróleo y gas natural.
* Transformación: La presión juega un papel crucial en la descomposición de moléculas orgánicas complejas y reorganizándolas en los hidrocarburos que componen combustibles fósiles.
* Extracción: La presión también es esencial para extraer combustibles fósiles del suelo. El petróleo y el gas natural a menudo están atrapados en formaciones de rocas porosas, y se usa presión para forzarlos a la superficie.
En resumen: La presión es un factor fundamental tanto en la formación como en la extracción de combustibles fósiles. Sin presión, estas fuentes de energía no existirían.