* combustible: Los diferentes combustibles arden a diferentes temperaturas. Por ejemplo, la madera quema alrededor de 1.100 ° F (600 ° C), mientras que el metano quema alrededor de 3,600 ° F (2,000 ° C).
* oxígeno: La cantidad de oxígeno disponible influye fuertemente en la temperatura. Más oxígeno significa un fuego más caliente.
* Presión: Una mayor presión puede conducir a temperaturas más altas.
* Otros factores: Cosas como el tamaño y la forma del fuego, y la presencia de otros materiales, también pueden afectar la temperatura.
en general:
* fuegos normales: La mayoría de los incendios cotidianos alcanzan temperaturas entre 1,000 ° F y 2,000 ° F (538 ° C a 1,093 ° C).
* Firos muy calientes: Los incendios con alto contenido de oxígeno y combustibles especializados pueden alcanzar temperaturas superiores a 3.000 ° F (1,648 ° C).
* Aplicaciones industriales: En algunos procesos industriales como las antorchas de oxiacetileno, las temperaturas pueden exceder los 6,000 ° F (3,315 ° C).
El límite teórico:
La temperatura máxima teórica para el fuego es la temperatura de la llama adiabática . Esta es la temperatura que alcanzaría un fuego si todo el calor liberado durante la combustión se transfiriera a los productos de la combustión. Esta temperatura depende del combustible específico y suele ser muy alta.
Nota importante: Es imposible alcanzar la temperatura de la llama adiabática en escenarios del mundo real, ya que el calor siempre se pierde en el entorno circundante.