Sin embargo, no hay evidencia definitiva para apoyar que Osteen realmente dijo esta cita. Es probable que sea un dicho popular que se le haya atribuido con el tiempo, similar a otras citas inspiradoras que circulan en línea.
Si bien el origen de la cita sigue sin estar claro, es un mensaje poderoso que inspira perseverancia y nos recuerda la fuerza que poseemos incluso ante los desafíos.