1. Emisión de un fotón:
* Esta es la forma más común para que un átomo pierda energía. El exceso de energía se libera como un fotón de luz con una frecuencia específica y una longitud de onda que corresponde a la diferencia de energía entre el estado excitado y el estado fundamental.
* Esta es la base de varios fenómenos como la fluorescencia, la fosforescencia y la emisión de la luz de los LED y los láseres.
2. Decadencia no radiativa:
* En este caso, el exceso de energía se transfiere a otros átomos o moléculas en el entorno circundante a través de colisiones. Esta transferencia de energía puede manifestarse como el calor, lo que aumenta la temperatura del medio circundante.
* Es más probable que ocurra la descomposición no radiativa en entornos densos o cuando la diferencia de energía entre el estado excitado y el estado fundamental es pequeña.
En resumen:
* Un átomo en un estado excitado tiene un exceso de energía en comparación con su estado fundamental.
* Este exceso de energía se libera como un fotón de luz (descomposición radiativa) o se transfiere al medio ambiente como calor (descomposición no radiativa).
* El método específico de liberación de energía depende del átomo, su entorno y la diferencia de energía entre el estado excitado y el estado fundamental.