La cantidad de electricidad que se puede generar depende de varios factores, incluida la fuerza del imán, la velocidad a la que se mueve y el número de vueltas de la bobina de alambre. Cuanto mayor sea la fuerza del imán y más rápido se mueva, más electricidad se generará. Además, cuantas más vueltas haya en la bobina de alambre, mayor será la EMF y más electricidad se producirá.
La inducción electromagnética es el principio detrás de muchos dispositivos eléctricos, como generadores y transformadores. En un generador, un imán giratorio crea un campo magnético cambiante que induce una fuerza electromagnética en una bobina de alambre. Este EMF hace que fluya una corriente eléctrica a través del cable, que luego puede usarse para alimentar dispositivos como luces y electrodomésticos. En un transformador, dos bobinas de alambre se enrollan alrededor de un núcleo de hierro común. Cuando una corriente alterna fluye a través de una bobina, crea un campo magnético cambiante que induce un EMF en la otra bobina. Este EMF hace que fluya una corriente alterna en la segunda bobina, cuyo voltaje puede aumentar o disminuir.