A continuación se muestran algunos ejemplos específicos de cómo la energía desperdiciada por los dispositivos se puede transformar en otras formas:
* Calor: Cuando un dispositivo convierte energía eléctrica en energía mecánica, parte de la energía se pierde en forma de calor. Esto se debe a que los componentes mecánicos del dispositivo, como engranajes y cojinetes, crean fricción. La fricción entre estos componentes genera calor, que se disipa en el entorno circundante.
* Sonido: Cuando un dispositivo genera sonido, parte de la energía se pierde en forma de ondas sonoras. Estas ondas sonoras se generan por la vibración de los componentes del dispositivo. Las vibraciones crean ondas sonoras que viajan por el aire y se disipan.
* Luz: Cuando un dispositivo genera luz, parte de la energía se pierde en forma de ondas de luz. Estas ondas de luz se generan mediante la excitación de electrones en los diodos emisores de luz (LED) del dispositivo. Los electrones excitados emiten fotones, que viajan por el aire y se disipan.
La cantidad total de energía desperdiciada por un dispositivo está determinada por su consumo de energía y su eficiencia. El consumo de energía es la velocidad a la que el dispositivo consume energía, mientras que la eficiencia es la relación entre la energía de salida útil y la energía de entrada total. Cuanto mayor sea el consumo de energía y menor la eficiencia, más energía se desperdiciará.