2. El argón tiene baja conductividad térmica. El argón tiene una conductividad térmica menor que el aire, lo que significa que es menos eficiente en la transferencia de calor. Esto es beneficioso para las bombillas porque ayuda a evitar que el filamento se sobrecaliente, lo que también puede provocar fallos en la bombilla.
3. El argón es transparente a la luz visible. El argón es transparente a la luz visible, lo que significa que no absorbe ni dispersa las ondas de luz. Esto es importante para las bombillas porque permite que la luz del filamento pase a través de la bombilla sin distorsionarse ni absorberse.
Si bien el argón es el gas más utilizado para llenar las bombillas, también se pueden utilizar otros gases como el nitrógeno, el criptón y el xenón. Estos gases tienen propiedades similares al argón, pero pueden ser más caros o tener otros inconvenientes que los hacen menos adecuados para su uso en bombillas.