Los diferentes tipos de materia tienen diferentes energías térmicas porque tienen diferentes estructuras atómicas y moleculares. Por ejemplo, los sólidos tienen energías térmicas más altas que los líquidos y los gases porque los átomos y moléculas de los sólidos están más juntos y tienen menos libertad para moverse.
La energía térmica de una sustancia también puede verse afectada por su temperatura. Por ejemplo, la energía térmica de una sustancia aumenta a medida que aumenta su temperatura. Esto se debe a que los átomos y moléculas de una sustancia se mueven más rápido a temperaturas más altas.