Expansión: Cuando la temperatura de un objeto aumenta también aumenta su volumen, la expansión más importante se produce en los gases, pero los sólidos y líquidos también se expanden hasta cierto punto.
Derritiéndose: Aplicar calor a un objeto sólido puede eventualmente derretirlo, transformándolo en un líquido como el hielo que se transforma en agua cuando se calienta.
Vaporización: Con suficiente calor, un líquido puede convertirse en gas, como el agua que hierve y se transforma en vapor de agua.
Reacciones químicas: El calor puede iniciar o alterar reacciones químicas, afectando las propiedades de las sustancias involucradas. Por ejemplo, las reacciones de combustión requieren la presencia de calor y la cocción implica varios cambios químicos inducidos por el calor.
Cambios en las propiedades del material: El calor puede alterar las propiedades físicas y mecánicas de los materiales, afectando su resistencia, flexibilidad, color y textura. Por ejemplo, calentar el metal puede hacerlo más maleable, ablandar ciertos plásticos y cambiar la estructura de la veta de la madera.