En el caso del pegamento a base de gelatina, se deriva del colágeno, una proteína que se encuentra en los tejidos conectivos de los animales (como la piel, los huesos y los tendones). Cuando estos tejidos se cocinan en agua, el colágeno se descompone en gelatina, un compuesto soluble en agua que se gelifica al enfriarse. Cuando se usa como pegamento, la solución de gelatina forma una fuerte unión adhesiva a medida que se solidifica.
Estos procesos implican cambios químicos a medida que los materiales de partida (almidón o colágeno) se transforman en nuevas sustancias (pasta a base de amilosa o gelatina) con propiedades adhesivas. Estas transformaciones requieren un aporte de energía, generalmente en forma de calor durante la cocción, para facilitar las reacciones químicas necesarias y los cambios en las estructuras moleculares. Por lo tanto, se produce un cambio de energía al fabricar pegamento natural.