El contenido energético de una sustancia es una medida de la cantidad de energía que puede liberarse de ella. El contenido energético del carbón suele ser de unos 24 megajulios por kilogramo (MJ/kg), mientras que el contenido energético del dióxido de carbono y el vapor de agua es de unos 0 MJ/kg. Por lo tanto, el cambio de energía al quemar carbón es de aproximadamente 24 MJ/kg de carbón quemado.
Este cambio energético es significativo y es lo que hace del carbón una valiosa fuente de combustible. La energía liberada al quemar carbón se puede utilizar para generar electricidad, impulsar vehículos y calentar hogares y empresas. Sin embargo, es importante señalar que la quema de carbón también libera contaminantes a la atmósfera, lo que puede tener impactos negativos en la salud humana y el medio ambiente.