Los electrones pueden excitarse a niveles de energía más altos absorbiendo energía de su entorno. Esto se puede hacer calentando el material, exponiéndolo a la luz o aplicando un campo eléctrico.
Una vez que un electrón se excita, puede volver a su estado fundamental emitiendo un fotón de luz. La longitud de onda de la luz está determinada por la diferencia de energía entre los dos niveles.
La emisión de luz por electrones es un proceso fundamental que subyace a muchos de los fenómenos que observamos en el mundo que nos rodea, como los colores de los objetos, el brillo de las bombillas y el funcionamiento de los láseres.