Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), el petróleo del derrame podría haber propulsado 68.000 automóviles durante un año. Este cálculo se basa en el supuesto de que cada automóvil recorre un promedio de 15 000 millas por año y consume un promedio de 25 millas por galón de gasolina. La cantidad total de energía liberada por el derrame de petróleo equivale a unos 185 millones de barriles de petróleo, o aproximadamente el 10% de la cantidad total de petróleo que se produce en Estados Unidos cada año.
El derrame de petróleo de Deepwater Horizon fue un gran desastre ambiental que tuvo un impacto devastador en el ecosistema del Golfo de México. El derrame de petróleo causó grandes daños a los arrecifes de coral, las tortugas marinas y otras especies marinas. El derrame también tuvo un impacto económico significativo en la región, ya que provocó la pérdida de empleos e ingresos en las industrias del turismo y la pesca.