El óxido nitroso es un poderoso gas de efecto invernadero que es 265 veces más potente que el dióxido de carbono. Se produce de forma natural en el medio ambiente, pero las actividades humanas, como la agricultura, han aumentado sus emisiones. La agricultura es la mayor fuente de emisiones de óxido nitroso en los Estados Unidos y representa aproximadamente el 70% de las emisiones totales.
El estudio, dirigido por investigadores de la Universidad de California en Davis, analizó datos de más de 1.000 experimentos de campo para identificar prácticas de gestión que podrían reducir las emisiones de óxido nitroso. Los investigadores descubrieron que las prácticas más efectivas eran reducir la cantidad de fertilizantes nitrogenados aplicados, utilizar cultivos de cobertura y mejorar las prácticas de riego.
Reducir la aplicación de fertilizantes nitrogenados es la forma más eficaz de reducir las emisiones de óxido nitroso. Los fertilizantes nitrogenados son una fuente importante de nitrógeno para los cultivos, pero también pueden perderse en el medio ambiente por lixiviación y volatilización. Cuando el fertilizante nitrogenado se pierde en el medio ambiente, puede convertirse en óxido nitroso.
Los cultivos de cobertura son plantas que se cultivan entre cultivos comerciales para ayudar a mejorar la salud del suelo. Los cultivos de cobertura pueden ayudar a reducir las emisiones de óxido nitroso al absorber el exceso de nitrógeno del suelo y evitar que se pierda en el medio ambiente. Los cultivos de cobertura también pueden ayudar a mejorar la estructura del suelo y la calidad del agua.
Mejorar las prácticas de riego también puede ayudar a reducir las emisiones de óxido nitroso. Cuando los suelos están demasiado húmedos, pueden volverse anaeróbicos, lo que crea condiciones que favorecen la producción de óxido nitroso. Mejorar las prácticas de riego puede ayudar a evitar que los suelos se vuelvan anaeróbicos y reducir las emisiones de óxido nitroso.
El estudio encontró que los agricultores podrían reducir las emisiones de óxido nitroso hasta en un 50% mediante el uso de una combinación de prácticas de gestión. Estas prácticas incluyen la reducción de la aplicación de fertilizantes nitrogenados, el uso de cultivos de cobertura y la mejora de las prácticas de riego. La adopción de estas prácticas podría ayudar a los agricultores a mitigar su impacto ambiental y contribuir a la mitigación del cambio climático.
Además de los beneficios ambientales, la reducción de las emisiones de óxido nitroso también puede ahorrar dinero a los agricultores. Los fertilizantes nitrogenados suponen un gasto importante para los agricultores y reducir la cantidad de fertilizante aplicado puede ahorrar dinero. Los cultivos de cobertura también pueden ayudar a los agricultores a ahorrar dinero al reducir la necesidad de herbicidas y pesticidas. Mejorar las prácticas de riego puede ayudar a los agricultores a ahorrar agua y energía.