1. Daño del ozono :El ozono es un contaminante del aire nocivo que puede dañar los tejidos de las plantas, incluidos los granos de polen. Cuando las concentraciones de ozono son altas, pueden reducir la viabilidad del polen e interrumpir su germinación, lo que dificulta que el polen llegue a las flores femeninas y fertilice los óvulos.
2. Partículas (PM) :Las partículas finas y ultrafinas (PM2,5 y PM10) pueden obstruir físicamente los granos de polen e interferir con su dispersión. Las partículas pueden adherirse a la superficie del polen, apelmazándolo y dificultando su movimiento en el aire. Esto puede reducir la tasa general de éxito de que el polen llegue a las flores.
3. Dióxido de nitrógeno (NO2) :El dióxido de nitrógeno es un contaminante atmosférico común relacionado con el tráfico que puede dañar directamente a los polinizadores, en particular a las abejas. La exposición al NO2 puede reducir la movilidad de las abejas y su actividad de búsqueda de alimento, afectar su sentido del olfato y potencialmente conducir a un aumento de las tasas de mortalidad entre las colonias de abejas.
4. Dióxido de azufre (SO2) :El dióxido de azufre es un contaminante emitido principalmente por actividades industriales y centrales eléctricas. Puede afectar tanto a las plantas como a los polinizadores. En las plantas, el SO2 puede provocar una reducción de la producción de néctar, lo que hace que las flores sean menos atractivas para los polinizadores. En los polinizadores, la exposición al SO2 puede afectar su sistema respiratorio y su salud en general.
5. Metales pesados :La contaminación del aire también puede contener metales pesados tóxicos como plomo, mercurio y cadmio, que pueden acumularse en los tejidos de las plantas y en el polen. Estos metales pueden ser perjudiciales para los polinizadores cuando se consumen y pueden afectar su reproducción, comportamiento y sistema inmunológico.
6. Interacciones reducidas entre plantas y polinizadores :La contaminación del aire puede alterar la química de las plantas, afectando la producción de néctar y polen y alterando su valor nutricional. Como resultado, los polinizadores pueden evitar o sentirse menos atraídos por las plantas contaminadas, lo que reduce la frecuencia de las interacciones planta-polinizador.
7. Alteración del comportamiento de los polinizadores :Los contaminantes del aire pueden alterar las señales sensoriales y de comunicación utilizadas por los polinizadores para localizar flores y navegar en su entorno. Esta interferencia puede obstaculizar su capacidad para encontrar y polinizar flores de manera efectiva.
Los efectos combinados de varios contaminantes del aire pueden provocar una disminución de las poblaciones de polinizadores, una reducción de la eficiencia de la polinización y, en consecuencia, tener impactos perjudiciales en la reproducción de las plantas, la biodiversidad y la estabilidad de los ecosistemas. Proteger la calidad del aire es crucial para salvaguardar la polinización y los servicios ecológicos que proporciona.