La distancia entre la Tierra y el Sol plantea importantes desafíos. Estamos a 150 millones de kilómetros de distancia, lo que dificulta la construcción y transmisión de energía desde allí.
Las temperaturas extremadamente altas y la intensa radiación emitida por las estrellas hacen que sea poco práctico y peligroso colocar estructuras o dispositivos hechos por el hombre cerca de ellas.
Si bien la recolección de energía solar es una tecnología bien establecida que utiliza la luz solar, esa energía no proviene directamente del Sol, sino que se recolecta y convierte aquí en la Tierra.
La investigación y el progreso en la energía de fusión nuclear, cuyo objetivo es replicar los procesos de fusión que ocurren dentro de las estrellas, son prometedores para una fuente de energía potencialmente abundante en el futuro. Sin embargo, esta tecnología todavía es en gran medida experimental y presenta desafíos importantes para contener el inmenso calor y presión necesarios.
La recolección de energía de las estrellas sigue siendo un concepto intrigante que eventualmente puede llegar a ser factible, pero con el nivel actual de avance tecnológico humano, no es prácticamente realizable.