Falta de atmósfera: A diferencia de la Tierra, la Luna carece de una atmósfera sustancial. Esto significa que aprovechar la potencia de las turbinas eólicas como fuente de energía se vuelve imposible. También obstaculiza los sistemas convectivos necesarios para la energía geotérmica.
Potencial solar bajo: Mientras se encuentra más cerca del sol, la luna experimenta importantes fluctuaciones de temperatura según los períodos del día y la noche lunar. El aprovechamiento de la energía solar se limitaría a lugares lunares seleccionados con exposición prolongada a la luz solar durante estas breves sesiones de días lunares. Incluso en tal escenario, la energía solar por sí sola plantea importantes desafíos para satisfacer nuestras importantes necesidades energéticas desde la Tierra debido a las ineficiencias en la transmisión a través de grandes distancias del espacio interplanetario.
Datos limitados de material lunar: Nuestro conocimiento y accesibilidad a las composiciones precisas de los recursos lunares, incluido el helio-3, un combustible potencial atractivo para la fusión, aún son insuficientes. Confirmar su verdadera abundancia y disponibilidad requeriría extensas misiones lunares y análisis adicionales.
Costos prohibitivos del transporte lunar: Transportar cualquier recurso extraído de la Luna de regreso a la Tierra, donde actualmente reside tecnología viable para aprovechar su potencial (como el helio-3 para los reactores de fusión), sigue siendo económicamente inviable debido a los costos extremadamente altos asociados con la exploración espacial y los desafíos de transmisión de energía.