El sol es la principal fuente de energía para la vida en la Tierra. Su energía nos llega en forma de radiación electromagnética, que incluye la luz visible, la luz ultravioleta, la luz infrarroja y otros tipos de radiación.
Radiación solar es la energía que proviene del sol. Está formado por todos los diferentes tipos de radiación electromagnética que emite el sol. La radiación solar es lo que calienta la superficie y la atmósfera de la Tierra, y también es lo que impulsa el tiempo y el clima.
Radiación terrestre es la energía que emite la superficie y la atmósfera de la Tierra. También se compone de todos los diferentes tipos de radiación electromagnética, pero principalmente en forma de luz infrarroja. La radiación terrestre es la que ayuda a mantener caliente la superficie de la Tierra durante la noche.
La cantidad de radiación solar que llega a la superficie de la Tierra varía dependiendo de varios factores, incluida la hora del día, la estación, la latitud y las condiciones climáticas. La cantidad de radiación terrestre que emite la superficie de la Tierra también varía dependiendo de una serie de factores, incluida la temperatura de la superficie, la humedad y la cantidad de vegetación.
La interacción entre la radiación solar y la radiación terrestre es la que determina la temperatura de la Tierra. Cuando la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre es mayor que la cantidad de radiación terrestre que emite la superficie terrestre, la temperatura de la Tierra aumentará. Cuando la cantidad de radiación solar que llega a la superficie terrestre es menor que la cantidad de radiación terrestre que emite la superficie terrestre, la temperatura de la Tierra descenderá.
El equilibrio entre la radiación solar y la radiación terrestre cambia constantemente, y esto es lo que hace que la temperatura de la Tierra fluctúe. La temperatura de la Tierra también puede verse afectada por otros factores, como las erupciones volcánicas, que pueden liberar grandes cantidades de cenizas y polvo a la atmósfera, y los cambios en la órbita de la Tierra alrededor del Sol.
Sentimos calor cuando nuestra piel absorbe la radiación infrarroja. La radiación infrarroja es un tipo de radiación electromagnética que tiene una longitud de onda más larga que la luz visible. No podemos ver la radiación infrarroja, pero podemos sentirla como calor.
Cuando la radiación infrarroja golpea nuestra piel, hace que las moléculas de nuestra piel vibren. Esta vibración crea calor, que sentimos como una sensación cálida. Cuanta más radiación infrarroja llegue a nuestra piel, más calor nos sentiremos.
La cantidad de radiación infrarroja que absorbemos depende de varios factores, incluida la temperatura del objeto que emite la radiación, la distancia entre el objeto y nuestra piel y la cantidad de ropa que llevamos.
Cuanto más cerca estemos de un objeto, más radiación infrarroja absorberemos. Por eso nos sentimos más calientes cuando estamos cerca del fuego o de un calentador. Cuanta más ropa llevemos, menos radiación infrarroja absorberemos. Por eso nos sentimos más frescos cuando llevamos un abrigo o un suéter.
La radiación solar y la radiación terrestre son las dos principales fuentes de calor de la superficie terrestre. El equilibrio entre estos dos tipos de radiación determina la temperatura de la Tierra. Sentimos calor cuando nuestra piel absorbe la radiación infrarroja. La cantidad de radiación infrarroja que absorbemos depende de varios factores, incluida la temperatura del objeto que emite la radiación, la distancia entre el objeto y nuestra piel y la cantidad de ropa que llevamos.