1. Daño pulmonar:la inhalación de oxígeno al 100% a presión elevada, como durante la terapia con oxígeno hiperbárico, puede causar una afección conocida como toxicidad del oxígeno. Esto puede provocar daños en los pulmones, incluida inflamación y acumulación de líquido.
2. Daño de los radicales libres:El oxígeno es un gas altamente reactivo y respirar oxígeno puro puede provocar una mayor producción de radicales libres en el cuerpo. Estos radicales libres pueden causar estrés oxidativo, dañando células, tejidos e incluso el ADN.
3. Tasa de absorción de oxígeno:El cuerpo humano no está adaptado para respirar 100% oxígeno de forma continua. La concentración normal de oxígeno en el aire ronda el 21%. Respirar oxígeno puro puede hacer que el cuerpo absorba oxígeno demasiado rápido, lo que provoca posibles desequilibrios en el intercambio de gases y la oxigenación de los tejidos.
4. Supresión de la producción de dióxido de carbono:Respirar 100% de oxígeno puede suprimir la producción corporal de dióxido de carbono (CO2). El CO2 es importante para regular la respiración y mantener el equilibrio ácido-base del cuerpo. Los niveles reducidos de CO2 pueden provocar depresión respiratoria y otros desequilibrios fisiológicos.
5. Atelectasia de absorción:la exposición prolongada al oxígeno puro puede provocar el colapso de pequeños sacos de aire en los pulmones (atelectasia). Esto puede suceder porque el nitrógeno, que constituye la mayor parte del aire que respiramos, ayuda a mantener abiertos los alvéolos.
Es importante tener en cuenta que respirar oxígeno al 100% durante períodos breves, como durante procedimientos médicos o en condiciones controladas, puede ser necesario y seguro. Sin embargo, el uso sostenido o no regulado de oxígeno puro con fines no médicos puede plantear riesgos para la salud.
Por lo tanto, es fundamental consultar con un profesional médico antes de utilizar cualquier terapia de oxígeno suplementario o respirar oxígeno al 100%.